Eres el ombligo del mundo, de la humanidad, nos has alimentado a través de él. Cuándo nacemos se corta el cordón pero, invisiblemente estamos unidos de por vida.
Nacemos y, no somos nada, nos tienes que seguir alimentando, enseñar a vivir, tú siempre estás ahí, estás pendiente, crecemos y, sigues estando, no importa lo que hagamos, ahí estás sacrificándote por nosotros y, alegrándote de nuestros triunfos, abundándonos hasta el fin de tus días.
Nosotros muchas veces, no sabemos comprenderlo a tiempo, cuándo lo hacemos es tarde para todo y, nos queda el pesar en el corazón.
Una madre, es la más grande e irrepetible de nuestra vida.
Viva o no, siempre está con nosotros, sigue siendo nuestro ángel, nos cuida, nos guarda.
Lo más hermoso de la mujer es tener hijos, cuidarlos, educarlos, mimarlos, ayudarlos y, cuando se van, desear verlos.
Mamá, madre, ama, amatxu, todas significan los mismo.
Nadie, por muy cruel que sea, debe olvidarse y abandonar a su madre, ella, no lo haría, se quita de comer por nosotros, su vida es puro sacrificio.
¿Por qué, a veces olvidamos a ésa mujer que un día, puso en peligro su vida por tenernos?
¿Por qué, nos portamos tan mal, que no la queremos en casa?
Nos estorba, la rechazamos, no hay sitio para ella.
No se dan cuenta que a ellos un día, les pueden hacer lo mismo.
Hay un dicho que dice:
"TRATA COMO QUIERES QUE TE TRATEN"
Autora: Lina