Amor que te vas...
que te escondes
en tierras lejanas...
no huyas,
vuelve a mí
como vuelve el aire,
el viento del desierto
seco, árido, caliente...
yo te espero...
te recibo con los brazos abiertos.
Ven, no huyas
de nada te vale...
estoy dentro de ti grabada,
sellada a fuego,
puedes huir, esconderte...
estaré contigo donde sea...
somos dos en uno,
no nos podemos desprender,
estamos fundidos
por el amor, la pasión, el deseo.
No huyas,
de nada te vale...
eres tú el que me llevas,
el que sueña conmigo...
el que me ama
el que me posee...
no seas cobade al final de tus días,
toda tu vida me has querido
no intentes esconderlo,
se nota, se intuye, se palpa...
Con tu mirada lo dices todo,
me amas... como jamas has amado,
probaste a la niña, mis besos,
mis caricias, mi cuerpo...
mi amor... no puedes escapar
quedaste atrapado en mis brazos
como la araña coge sus presas...
eres mío...
lucharás por olvidarme,
por dejarme...
Por alejarme de ti...
jamas lo conseguirás...
mi pensamiento te persigue,
te sueña, está contigo...
te adora, te ama, te desea...
necesita que lo alimentes,
lo cuides con tus besos...
con tus suaves caricias,
arroparse en tus dulces brazos,
descansar de esta agonía.
De no poder tenerte...
sólo nos queda soñar,
mirarnos y acallar
el crepitar de nuestras
llamas de amor.
Somos presos
tú... y yo...
Autora: Lina