Me miro en el espejo, no me reconozco… no veo aquella mujer guapa, segura… alegre, simpática, movida… aquella era melosa, cariñosa, coqueta... ¡No! no sé… veo a una persona ajada por el dolor… de ojos tristes… vacíos… con una mueca de dolor… tristeza… cansancio en su cara. Movimientos pausados y pequeños por el dolor que le causan… sus piernas no son aquellas que tanto bailaron, anduvieron, trabajaron subiendo y bajando escaleras. Me miro fijamente y veo mi interior… estoy agotada, cansada, resisto… no tiro la toalla por una palabra dada. he dado todo mi amor y ahora… no tengo para mí. Vivo encerrada, encamada, sin familia alrededor… sola. Me mantengo de sueños, de ilusiones... nunca he sido feliz, siempre se han aprovechado de mí. Ahora malvivo… mis días felices fueron cuando tuve a mis hijos fueron mi vida, mi amor, los crié... los saqué adelante a costa de mi salud… Estoy orgullosa de ello. Para mí… mis hijos son el eje principal de mi vida. Veo en la tristeza de mis ojos las ganas de partir, de descansar, de terminar esta vida que sólo me ha dado dolor… malestar, engaños, maltrato, sufrimiento... Autora: Lina




                





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