El Olentzero es un personaje de la tradición vasca navideña. Es un carbonero que se representa como un hombre grueso, manchado de carbón, que fuma en pipa y es de buen comer y beber.

La leyenda del Olentzero tiene sus raíces en el municipio navarro de Larraun.

Se hallaba un hada de hermosa cabellera dorada y brillantes ojos, peinando su larga melena junto a una fuente cuando sus ayudantes los "prakagorri" le advierten de que un bebé humano está abandonado entre los helechos. El hada lo cogió en sus brazos y dijo; "desde ahora tu nombre será Olentzero, porque es una cosa maravillosa haberte encontrado. Y por este acto te daré los regalos de Fuerza, Coraje y Amor, por todo el tiempo que tu vivas".


Entregó el bebé a un matrimonio que vivía en el bosque. Con el tiempo sus padres murieron y el Olentzero se quedó solo y triste en lo alto de las montañas. Olentzero era muy inteligente y muy hábil de manera que hizo varios juguetes de madera para los niños del pueblo.

Cuando terminó las muñecas y muñecos, los metió en un saco y montándose en su burro tomó camino hacia el pueblo. Le tomó toda la mañana caminando a través de las montañas para llegar al pueblo. Los niños pequeños del pueblo se ilusionaron mucho al ver sus nuevos juguetes, y Olentzero se quedó toda la tarde jugando con ellos.


Repitió la hazaña durante varios años hasta que un día cuando volvía hacia su cabaña en las montañas, vio un incendio en una de las casas de las afueras del pueblo y a varios niños pidiendo auxilio para poder salir.

Olentzero no lo dudó ni un instante y entró en ayuda de los niños, cuando consiguió sacar a todos los niños, una gran viga cayó sobre él. Olentzero cayó al suelo y su fuerte corazón se detuvo.

Al momento el hada que lo recogió en el bosque cuando tan solo era un bebé llegó hasta la casa y le dijo " tú has sido un buen hombre, lleno de fe y buen corazón, por lo tanto quiero que vivas para siempre y puedas darles a todos los niños regalos por Navidad".

Los duendes "prakagorri" le dijeron que ellos le ayudarían trabajando junto a él.


Y es por eso que cada Nochebuena el Olentzero deja su cabaña en las montañas para bajar a donde todos los niños a entregarles los regalos que con tanto esmero ha elaborado durante todo el año.

Recopilado de la red

                                             


villancico: "Hator"
imagen central de Gabriela Recio
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