Quieres irte, marcharte para siempre,
partir, morir, evadirte,
siempre dolor, no comprensión,
soledad, nada de complicidad.
Permiso concedido hace tiempo.
Médico amigo, no existe,
te engañan, abandonan, dejan,
cuando más lo necesitas te sueltan de la mano.
Te llevan las turbulencias, caes en un pozo,
gira la mente sin control,
te ves sola, abandonada, nadie a tu lado,
sin conocimientos, te repones, escribes,
rebuscas, controlas nuevamente.
Nuevo médico, no te fías, es verdugo,
sólo quiere día y hora,
no comprende la angustia, el dolor interno,
quizá físico sí, pero no es eso lo que buscas
para decir adiós, quieres una mano amiga
a la que puedas asirte a la hora del adiós,
no el que firme simplemente el acta.
Cada día es más difícil soportar,
te falta el valor que te daba el amigo,
con él te sentías reconfortada, ibas de su mano,
¿qué le pasó?, no da explicaciones,
quizá, era su amiga y le faltó valor.
Autora: Lina
1 Noviembre 2022